Nadine Menéndez será sentenciada esta semana
Nadine Menéndez, esposa del exsenador estadounidense por Nueva Jersey, Bob Menéndez, podría enfrentar el próximo 11 de septiembre una sentencia de entre 12 meses y siete años de prisión, después de que la fiscalía y su defensa presentaran al juez sus recomendaciones de condena.
La mujer fue hallada culpable de participar en el esquema de sobornos liderado durante años por el demócrata.
A finales del mes pasado, los fiscales solicitaron una pena mínima de siete años de cárcel, destacando su papel central en la red de corrupción. En contraste, sus abogados pidieron una sentencia más benigna, argumentando que Menéndez enfrenta dificultades para acceder al tratamiento del cáncer de mama que le fue diagnosticado en 2024.
- “Nadine no cometió sobornos de mala gana, fugazmente o en pequeña escala”, sostuvieron los fiscales de la oficina de Jay Clayton, fiscal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York. “Lo hizo con entusiasmo, durante años, en un esquema que involucraba relaciones exteriores, seguridad nacional y la integridad de las fuerzas del orden estatales y federales”.
La defensa, en cambio, solicitó al juez Sidney H. Stein una pena de un año y un día, alegando que una condena más prolongada pondría en riesgo su vida. Un experto médico contratado por los abogados advirtió que ninguna prisión federal dispone del tratamiento especializado que la acusada requiere.
“Una sentencia cercana a los 96 meses recomendados por el Departamento de Libertad Condicional garantizará que Nadine Menéndez muera en prisión”, escribieron los defensores en una carta parcialmente redactada al juez.
Los fiscales, por su parte, señalaron que no se opondrían a que la fecha de entrega se establezca con suficiente tiempo para que Menéndez pueda someterse a cirugías y recuperaciones recomendadas antes de iniciar su condena.
- Su juicio fue separado del de su esposo y el de otros dos empresarios de Nueva Jersey para que pudiera recibir tratamiento médico. En abril, fue declarada culpable de actuar como intermediaria en el envío de mensajes y sobornos a su marido.
Bob Menéndez, quien presidió el influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado, fue condenado el año pasado tras un juicio de nueve semanas en Manhattan por aceptar sobornos a cambio de beneficiar a Egipto e intentar frenar procesos judiciales contra aliados.
Se convirtió en el primer senador estadounidense declarado culpable de actuar como agente de un gobierno extranjero, cargo que él niega y cuya apelación está en curso. Tras la condena, renunció a su escaño.
El pasado 17 de junio, ingresó a la Institución Correccional Federal Schuylkill, en Pensilvania, para cumplir una pena de 11 años por aceptar sobornos en efectivo y lingotes de oro.
Menéndez pide clemencia para su esposa
Desde prisión, Bob Menéndez envió una carta en la que pidió clemencia para Nadine y se retractó de su estrategia de defensa, que en su juicio la responsabilizaba de la conspiración.
“Lamento no haber anticipado completamente lo que mi abogado defensor dijo sobre Nadine durante mi juicio”, escribió.
“Sugerir que tenía necesidad económica y que por ello pediría ayuda a otros es erróneo. Si la justicia moderada por la misericordia significa algo, Nadine no debería ser encarcelada. Existen sentencias más compasivas y justas que cumplirían con la causa de la justicia”.
Los abogados describieron a Nadine como una mujer marcada por el trauma y las dificultades, mientras su esposo la retrató como empresaria, madre dedicada y paciente de cáncer que lucha por su vida.
Recordó la huida de su familia del Líbano durante la guerra civil y el secuestro de su padre, así como la violencia de una relación anterior que, según afirmó, le dejó secuelas cerebrales.
“Mi esposa ya ha sufrido más que la mayoría en toda su vida”, escribió Menéndez. “Ha perdido todo lo que amaba. Estoy encarcelado y no puedo ayudarla ni cuidarla. Ha perdido su labor caritativa, su posición social y ha enfrentado conflictos familiares debido a las acciones del gobierno, incluyendo la confiscación de bienes y el cierre de cuentas”.
El exsenador también cuestionó que el gobierno no haya devuelto las joyas incautadas en su residencia de Englewood Cliffs, las cuales —aseguró— eran herencias familiares de su esposa.